La primavera en Nueva Zelanda empieza el 1 de septiembre y termina el 1 de diciembre, dando paso al verano. Es una de las mejores épocas para viajar y disfrutar del país, ya que los días empiezan a ser más largos, ya no hace tanto frío, todo florece y al no ser temporada alta, hay menos gente y opciones más económicas en casi todo.
Aquí te dejamos unas cuantas razones por las que no te puedes perder esta época del año 🙂
Nueva Zelanda florece
La primavera suele venir acompañada de flores, campos verdes y coloridos en muchos países, en Nueva Zelanda también. Si quieres visitar lugares especiales, puedes visitar los preciosos jardines de Hamilton, el lago Tekapo rodeado de las increíbles flores de lupino, Hobbiton o el árbol de Wanaka.
Clima moderado
Aunque en la Isla Norte sobretodo, llueve bastante en esta época, el clima ya es más cálido que en invierno y los días son más largos, por lo que se puede disfrutar del viaje con más horas de luz. Las lluvias de esta época suelen durar pocos minutos y el sol sale de nuevo, así que es cuestión de tener un buen chubasquero y salir a disfrutar de la naturaleza y del aire libre.
No es temporada alta
Eso significa que no vamos a encontrar tanta gente en las atracciones turísticas por lo que no hará falta reservarlo todo con tiempo y se puede improvisar mucho más. Además, el alojamiento suele ser más barato, así como los alquileres de coches o furgos 🙂
Pájaros
Es la época en que los pájaros se aparean, empiezan a hacer sus nidos y no paran de cantar. Un buen momento para ir a visitar las colonias de albatros o alcatraces. También para pasarse por reservas de aves nativas; La isla de Tiriri o Stewart Island, por ejemplo.
Animales
Es época de cría y los animales de granja nos saludan mientras conducimos por las interminables carreteras de Nueva Zelanda, las cabras, las ovejas y las vacas bebé están a los lados de las carreteras y son muy divertidas.
Todavía se pueden disfrutar de los deportes de invierno
Yes! Las pistas de esquí continúan abiertas hasta octubre, y si bien ya se puede disfrutar de casi todos los deportes y actividades de verano, también podemos aprovechar para ir a esquiar o practicar snow en las montañas neozelandesas 🙂
Contraste
Aún hay nieve en las montañas pero, a la vez, el agua de los lagos y de la playa ya no está tan fría y ya apetece bañarse. La sensación de bañarse cuando aún hay nieve en las montañas es genial 🙂